El cáncer de útero aparece en la mujer con factores de riesgo a cualquier edad aunque las pacientes con la menopausia y con esta etapa ya pasada, suelen exponerse más fuertemente a padecer cáncer de útero o cuello uterino. De la misma manera, hábitos nocivos como fumar pueden ser muy perjudiciales. Los síntomas suelen ser un sangrado anormal, segregación de flujo vaginal, dolor en las relaciones sexuales y dolor pélvico continuado. El virus del papiloma es la principal razón del cáncer de cuello uterino.

Cirugía ginecológica de cáncer de útero

Se debe tener en cuenta que el cáncer de útero supone el 13% de los cánceres en mujeres. El 95% terminan en cáncer de endometrio. Aproximadamente el 84% de las pacientes se recuperan de este cáncer detectado en sus estadios intermedios y asciende al 95% de recuperación en el caso de las pacientes que han descubierto precozmente esta tendencia.

La histerectomía es la denominación que comúnmente se asocia a la extirpación del cáncer de útero. Se extrae el útero parcial o totalmente para impedir que el papiloma se extienda a otros tejidos del organismo. Esta práctica es ilegal en España.

Pruebas para determinar el cáncer úterino

Antes de nada y para detectarlo de una manera conveniente, se requiere de un examen físico en la paciente así como de una modalidad específica de examen pélvico que consiste en determinar si, ejerciendo presión sobre el cuello y la pelvis, existen nódulos o durezas sospechosas.

La prueba de Pap, por otra parte, es indispensable para determinar si se padece de cáncer de útero debido que se recogen células de la zona para estudiarlas al microoscopio. La biopsia, colcoscopia y otras pruebas son habituales, igualmente.

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