Se denomina menopausia quirúrgica a una de las consecuencias más graves que le siguen a la histerectomía. Esta consiste, como ya sabemos, en la extirpación de los ovarios por motivos de salud, principalemente debido a la posibilidad de que existan tumores en esta parte del organismo. No obstante podremos contar con que logremos innumerables posibilidades que estarán caracterizadas principalmente por la prevención para que no deba tener lugar la menopausia quirúrgica.
Los riesgos de la menopausia quirúrgica
Actualmente, la histerectomía es uno de esos procedimientos “en revisión”ya que se trata de una cirugía muy agresiva para la mujer. Es común que tras una menopausia quirúrgica la fémina experimente sofocos, aumento de peso, irritabilidad y cambios de humor constantes, bajo deseo sexual, etc. Todo esto viene también acompañado de otras consecuencias complementarias como sucede con los dolores en las articulaciones y en los huesos así como de la posibilidad de padecer osteoporosis.
Actualmente, además, se ha descubierto que la ausencia total de deseo sexual puede que esté completa y absolutamente relacionada con este procedimiento, en cuyo caso nos encontraremos con que, aunque hay tratamiento, numerosas mujeres no reparan en esto o no lo relacionan con la histerectomía lo cual les ocasiona altos niveles de estrés y depresión. Los procesos depresivos son habituales en este punto.
Los posibles tratamientos se están estudiando en la actualidad ya que es posible que un tratamiento de hormonas pueda devolver la apetencia sexual a las mujeres que han tenido que someterse a una menopausia quirúrgica. Los tratamientos con estrógenos y progesterona pueden dar buenos resultados bajo supervisión ginecológica.